En 2019 se aprobó el Estatuto del Personal Investigador en Formación (EPIF), un estatuto que reconocía ciertos derechos para el colectivo de los contratados predoctorales. Entre ellos, se establecía un mínimo al sueldo que debían cobrar los investigadores en formación predoctoral (de acuerdo con unos porcentajes de una figura del convenio único de personal laboral de la Administración General del Estado. Más información en la web de ADUEx: https://doctorandos.unex.es/epif-resumen-y-situacion-actual/). Es de imaginar que este punto venía a ser el más complicado de cumplir por las entidades contratantes (las universidades y centros de investigación).
Como ni las entidades financiadoras ni el Gobierno se preocuparon de comprobar ni vigilar si las universidades estaban cumpliendo con este nuevo estatuto, desde ADUEx se organizó a los afectados para enviar las reclamaciones correspondientes. Junto a una recién nacida InvestigaEx, se estableció contacto con el equipo rectoral de la Universidad de Extremadura, el cual mostró su voluntad de pagar el dinero atrasado y actualizar los salarios. Por parte de la institución se pidió tiempo para poder hacer frente a ese gasto presupuestario “inesperado” y, tras algunos tiras y afloja, alrededor de marzo de 2020 se actualizaron los salarios. ¿O no?
Un tiempo después, algunos socios se dieron cuenta de que los salarios no estaban correctamente actualizados, pues las tablas salariales aplicadas (InvestigaEx) no eran las correspondientes a ese momento. La UEx estaba aplicando las tablas salariales del año en que el predoctoral era contratado, en vez de actualizar cada año la tabla a todos los contratados predoctorales.
Cuando contactamos con el Vicerrector de Investigación y Transferencia para pedirles explicación (sobre diciembre de 2021), nos dijeron que era así como debía aplicarse. Tras hablar con otras asociaciones, como FPU Investiga y algún sindicato, pudimos confirmar que esto era del todo incorrecto, y publicamos un artículo (https://investigaex.com/la-problematica-del-epif-estas-cobrando-por-debajo-del-limite/) en el que explicamos cómo calcular el dinero que se debe a cada uno. En mayo de 2022 tuvimos una reunión con el Vicerrector de Investigación y Transferencia (y ahora futuro candidato a Rector) y nos indicó que sabían que era incorrecto pero que “no había dinero”. Nos pidió un mes para ver si podía conseguirlo (según nuestros cálculos, del orden de 40 000 €, una cantidad minúscula para un presupuesto de unos 180 millones). Pasado el mes, tuvimos que contactar de nuevo nosotros con él, obteniendo como respuesta un ya antes escuchado “no hay dinero”. Nos indicó que “de momento” no era posible abonarnos los que se nos debía pero que “si por alguna circunstancia” se podía, nos avisarían.
Así las cosas, comenzamos a mover toda la maquinaria: movilizamos a los afectados para que hicieran una reclamación, cada uno de su caso concreto, reclamando esta subida así como los atrasos, contactamos con abogados y con sindicatos. Uno de los sindicatos hizo oídos a nuestra reclamación y pidió explicaciones al Rector. Por nuestra parte, también contactamos con la Junta de Extremadura, la cual según sabemos le dio un toque importante a la UEx para resolver esto sin que llegase más lejos. En paralelo, el sindicato del que hemos hablado antes decidió, de forma unilateral, sin contar con la opinión de los afectados ni las asociaciones (más bien en contra de ello), establecer un conflicto colectivo contra la UEx por este asunto. Dos días después, el Rector y Vicerrector de Investigación se reunieron con ADUEx e InvestigaEx y nos indicaron que tenían voluntad de pagarnos, que “siempre la habían tenido” (a pesar de que el mes anterior el Vicerrector de Investigación nos había dicho que “no había dinero” y que nos avisarían “si por alguna circunstancia” se podía abonar lo que se debía).
En esta reunión, el Rector impuso un acuerdo, un acuerdo en el cual nuestra parte no dependía de nosotros. Se comprometió a pagar lo que por ley nos debe a condición de que el sindicato mencionado no siguiera adelante con el conflicto colectivo. ¿Es ilegal pedirnos esto? Es posible, pero nosotros no somos juristas. Pedimos al sindicato que no siguieran adelante, o al menos lo retrasaran, ya que habíamos llegado a un acuerdo verbal y que con su actuación lo ponían en peligro.
Comenzando el curso en septiembre, se llegaba a la segunda fase del conflicto colectivo, que consiste en una mediación. El Rector de la UEx nos invitó a ADUEx e InvestigaEx a esta mediación debido a nuestra implicación en el asunto. En dicha mediación, el Rector dijo que llegado a ese punto, y siguiendo la cláusula que impuso en el acuerdo verbal, se negaba a pagarnos todo lo que nos correspondía y se ceñía a dar lo que está legalmente obligado, que es un año desde que hicimos la reclamación, esto es, solo pagaría desde junio de 2021. Queda por tanto un año y medio sin pagar, desde enero de 2020. Como el resto de opciones eran malas, aceptamos estas condiciones y esta vez sí tenemos un acuerdo escrito del que tenemos garantías que se cumpla.
Estamos orgullosos de cómo hemos actuado y estamos contentos porque se van a actualizar los salarios sin tener que llegar a los juzgados. También agradecemos mucho a ADUEx el haber llevado juntos este asunto. Sin embargo, también estamos profundamente decepcionados con la comunidad universitaria, en particular con el equipo rectoral y los sindicatos. El equipo rectoral ha tratado muy mal al colectivo predoctoral, les ha pagado por debajo del mínimo legal cuanto ha podido y ha alargado esta situación, de la que tenía conocimiento desde al menos diciembre de 2021, dándonos largas, pidiéndonos unos meses y tratando de enfrentarnos con los sindicatos, quienes deberían ser compañeros en estas tribulaciones. Los sindicatos, por otro lado, han hecho caso omiso de nuestra situación. Hemos contactado con todos y ninguno nos ha respondido, salvo uno. Ese del que hemos hablado en varias ocasiones, y que, como veis, ha actuado sin tenernos en cuenta y, a nuestra forma de ver, buscando su propio beneficio para salir en los periódicos, donde han publicado notas de prensa en las que ni se menciona a las asociaciones, a pesar de que les hemos hecho una parte muy importante del trabajo. Por último, también estamos decepcionados con un Gobierno que a pesar de promover leyes que mejoran las condiciones de los predoctorales, no se encarga de promover que las mismas se lleven a cabo (¿tan difícil es tener en cuenta el mínimo que ellos mismos han puesto en el presupuesto de los contratos FPI o FPU?).